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La ciudad sagrada de Varanasi

Varanasi

La ciudad de los Ghats

Varanasi (la ciudad de la luz) está a orillas del río Ganges y es la ciudad sagrada del hinduismo con un legado religioso que se remonta a 3000 años atrás. Es la ciudad de Shiva, y el más importante de los 12 lugares en los que el dios se enterró y luego se proyectó hacía el cielo en un estremecedor pilar de luz. La ciudad de Varanasi está en el estado de Uttar Pradesh.

 

Vanarasi
Templo de la madre India

Nos permitieron empezar con la excursión un poco más tarde de lo previsto, dadas las circunstancias de nuestra llegada a Varanasi, que fue bastante caótica y cosa que agradecimos.

Al primer lugar que nos llevaron fue al Bhara Mata Temple, “Templo de la madre India”, donde puedes apreciar un mapa del subcontinente indio esculpido en mármol en el suelo.

Fue construido en 1918. Este lugar quiere representar la unión de todas las religiones que conviven en el país así como sus culturas. Es un lugar que desde mi punto de vista personal no cumplió las expectativas de la India, después de visitar lugares tan increíbles.

Seguidamente nos llevó a una fábrica donde tejían sedas, pasando por sus talleres y luego por la tienda. Tengo que decir que los precios aquí los vi bastante más asequibles que en Jaipur.

Varanasi
Durmiendo en la calle

Por la tarde fuimos en rickshaus a visitar los Ghats. Desde un punto tienes que caminar por calles llenas de tiendas, vacas y sobre todo ancianos y enfermos que quieren pasar sus últimos días en la ciudad sagrada.

Lo que más me impacto y me partió el alma fue la cantidad de gente que hay con lepra que se acercan a pedir limosna, vienen con una especie de vaso colgado al cuello con una cuerda para que le eches el dinero y así no los tengas que tocarles, gente que duerme en la calle y no sabes si está viva o muerta, aunque a lo largo de la orilla hay residencias para albergar a los moribundos. Es demasiado fuerte y hay que estar preparado.

En algunas callejuelas el olor a orines era tan fuerte que mientras caminaba mantenía la respiración o me ponía un pañuelo en la nariz. Cogimos una barca, paseamos por el río viendo como se preparaban para las ceremonias y las cremaciones, algo digno de ver sobre todo la ceremonia que hacen los Brahmanes.

Varanasi
Calles cerca de los ghats

Al atardecer, todos las tardes se celebra el aarti en el Dashashwamedh Ghat, es un ritual de ofrenda al río Ganges, donde todos los devotos y turistas hacen su puja (ofrenda). Los sacerdotes realizan una danza totalmente sincronizados acompañados de cantos, todo junto a los cuatro elementos que intervienen para ello: tierra, agua, aire y fuego.

Si no coges una barca, tienes que llegar con tiempo para coger un buen sitio, hay que tener en cuenta que el río Ganges es el más sagrado de los siete ríos sagrados para los hindúes.

Los que trabajan en las cremaciones son los intocables, la casta más baja. La calidad de la madera y el aceite que ponen siempre depende del precio que pueda pagar la familia. Siempre es el hijo mayor el que prende fuego a la pira, para ello tiene que afeitarse todo el cuerpo y vestirse de blanco, en caso de que no tuviese hijos, sería el hermano o familiar masculino más cercano el que asume esa tarea.

Cuando terminamos la visita nos dirigimos a un lugar donde estaban los rickshaus. En mi vida había olido nada tan desagradable como lo de allí, el guía que se percató de la cara que estábamos poniendo (creo que blanca como el mármol) nos comentó que cerca había un mercado de pescado, pero no era el olor solo a pescado podrido, se mezclaban con otras cosas como orines y a saber qué más. Aquella noche no pude cenar y eso que me he metido en muchos mercados y lugares asiáticos donde hay que estar preparados.

Vanarasi
Brocado de oro

A la mañana siguiente nos volvieron a llevar a los Ghats para ver amanecer. Observas sobre todo hombres como lavan la ropa en el río, como hombres y mujeres toman su baño que los consideran purificadores de sus pecados, practican la riso terapia, yoga y continúan con sus cremaciones. Tengo que decir que el segundo hombre más rico de Varanasi es un intocable y es el que vende el fuego para las cremaciones. Hay cerca de unos 90 ghats y ocupan unos 6 km.

Una vez terminado el segundo recorrido en barca por el río Ganges volvimos a caminar por las estrechas calles, la vida empezaba a bullir y todos se afanaban en poner sus tiendas a punto.

Nosotros nos dirigimos al Vishwanath Temple, uno de los doce jyotirlingas (lugares sagrados), consagrado a Siva y su principal deidad es Wishwanata, que significa “el que gobierna el universo”. Está coronado por 750 kilos de oro y su estructura actual fue erigida en 1777 por la maharaní Abilyabai de Indore.

Varanasi
Ghats en Varanasi

Para acceder al templo tienes que dejar tu bolso o mochila en una tienda de confianza del guía y seguidamente pasas unos controles policiales en la calle, los hombres son registrados a un lado de la calle y las mujeres al otro lado. Aquí fue donde las mujeres policías empezaron a registrarme una y otra vez, todo el grupo y mucha más gente habían pasado y me esperaban, pero ellas seguían registrándome, se notaba que estaban de cachondeo porque los policías se reían mientras ellas no paraban de murmurar y tocarme, hasta el guía se sentía incómodo. Hubo un momento que estuve a punto de darme la vuelta e irme, era vergonzoso, cuando tuvieron la delicadeza de dejarme pasar. Así fue que cuando visité por segunda vez la India en Bangalore y comenzaron otra vez con las tonterías del registro, ni corta ni perezosa me levante la camiseta delante de ellas, cosa que no se esperaban y me dejaron pasar inmediatamente.

Al templo solo tienen acceso los hinduistas, está situado en la parte más antigua de Varanasi y en un barrio musulmán, por eso de los registros, solo pudimos verlo desde fuera, pero si nos llevaron inmediatamente a una tienda de productos ayurveda.

Otra anécdota donde pude comprobar la agresividad de la policía fue en parte antigua de Varanasi. Una vez terminada la visita estábamos todos hablando con nuestro guía, cerca había 3 o 4 policías sentados hablando, de repente uno se levanta y sin mediar palabras pega un puñetazo a la mochila de Álvaro, todos nos quedamos sorprendidos y no sabíamos a que venía esto, el guía habló con él en tono de reproche y la única contestación que le dio es que estaba en medio y le molestábamos para ver.

Varanasi
Los ghats en Varanasi

Regresamos al hotel para almorzar y recoger nuestros equipajes, volábamos devuelta a Delhi.

Nos recogió otro guía que nos llevó al aeropuerto y como no, la Air Indian tenía esta vez retraso de dos horas. ¡¡¡Viva su formalidad!!!. Pero lo peor fue que el guía que nos hacía el transfer cogió y se largo dejándonos en el aeropuerto. Cuando pasamos los controles vimos como los policías recibían dinero de los turistas por dejarles pasar las botellas, a nosotros nos registraron hasta el apellido, la funda de las gafas se las tuve que mostrar en tres ocasiones.

Otra cosa son sus azafatas, la amabilidad brilla por su ausencia, una me echó el té encima y no tuvo el detalle ni de disculparse, cuando dije un improperio en español solo tuvo la delicadeza de traerme una servilleta para que me limpiase.

Cuando llegamos a Delhi nos estaba esperando otro guía, nos hizo la pregunta de cómo nos había ido en los últimos días y ahí fue donde ya todos soltamos todo lo que teníamos que decir. ¡ La que le cayó al pobre! Aunque él no tenía culpa. Creo que se arrepintió por preguntarnos.

Era ya de noche cuando llegamos al Hotel Taj Palace. Solo pudimos dormir unas pocas horas nuestro avión salía a las 05:50 de la mañana y nos recogían a las 2 de la madrugada.

En este viaje fue donde nació la amistad con Alberto y Carmen y ya hemos hecho unos cuantos viajes juntos. Nuestra primera impresión de La India cambió mucho con nuestro segundo viaje a Karnataka. No quiero decir que no nos gustase, al contrario este país es una maravilla pero si nos sentimos bastante acosados como turistas.

 

 

 

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