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Punakha antigua capital de Bhutan

Dzong

Punakha asentada en un fértil valle

Punakha fue la capital de Bhután hasta 1955. El primer Rey fue aquí coronado en 1907 y el tercer Rey convocó en 1952 por primera vez la Asamblea Nacional, el actual Rey Jigme Khesar Namgyal Wangchuck contrajo matrimonio el 13 de octubre de 2011 con Jetsun Pema.

Dzong
Puente del Punakha Dzong

Está situada en un fértil y bonito valle en la unión del rio Mo Chhu (femenino) y Pho Chhu (masculino). En la unión de estos ríos se encuentra el magnífico Punakha Dzong . Para mí es de los monasterios fortaleza más espectacular del país. Es residencia de invierno del cuerpo  central monástico. El acceso a este Dzong es por un precioso puente de madera. Una vez en su interior yo no sé si en algún momento supe si aquello era real o un cuento. Grandiosos patios con ventanas y puertas esmeradamente pintadas de colores con motivos florales y animales, escaleras tan empinadas que más de uno las baja sentado, aquello era un laberinto de fantasía y buen gusto acompañado de paz. Los monjes orando o haciendo sus tareas y a pesar de visitarlo en una fecha de bastante turismo porque en pocos días se celebraba los festivales de mascaras no había mucha gente. No sabía dónde mirar, si quedarme en una esquina de algunos de sus patios o seguir explorando, me sentía como una hormiga ante aquel majestuoso monasterio.

Dzong
Patio del Dzong de Punakha

Guru Rinpoche predijo la construcción del Dzong de Punakha, prediciendo que una persona llamada Namgyal llegaría a una colina que se parecía a un elefante, cuando el Zhahdrung visitó Punakha eligió lo que parecía la trompa de un elefante durmiendo en la confluencia del rio Mo Cchu y Pho Cchu como el lugar para construirlo. Un pequeño edificio llamado Dzong Chug = Pequeño Dzong albergó una estatua de Buda a principios de 1326, pero la actual construcción comenzó en 1637 y se terminó al año siguiente y fue bautizado con el nombre de Pungthang Dechen Phodrang (Palacio de la Gran Felicidad). Adornos posteriores incluyen la construcción de una capilla  para conmemorar la victoria sobre los Tibetanos en 1639. Las armas capturadas en la batalla se conservan en el Dzong.

El Dzong tiene 180 metros de largo por 72 metros de ancho y una torre central de 6 pisos. Uno de los artículos donados por el desi Sherab Wangchuck  fue el  chenmo thondrol, un gran thangka que representa al Zhabdrung y es exhibido públicamente  una vez al año durante los tsechu festivales. El séptimo Dalai Lama, Kelzang Gyatso relagó un tejado de latón para el Dzong. Además de su posición estratégica en la confluencia del río, el Dzong tiene varias características para protegerse contra las invasiones, las empinadas escaleras de madera están diseñadas para ser levantada y hay una pesada puerta de madera que todavía se cierra por las noches. Este Dzong tiene tres patios principales cosa muy inusual, ya que normalmente todos tienen dos patios.

Frecuentes incendios han dañado (el ultimo en 1986) el Dzong, como un terremoto en 1897 y en 1994 un glacial irrumpió en el rio Pho Chhu. Como todos los Dzongs tienen una parte para la administración y otra funciona como monasterio.

Dzong
Fachada en el interior del Dzong

Salimos del monasterio y Dawa nos estaba esperando, nos dirigimos hacía él y en ese mismo momento se acercó (creo que era otro guía) y comenzó a hacerme preguntas tanto a mí como a él sobre mi persona, con mucha diplomacia se lo quitó de encima, lo único que se le ocurrió decir es que estaba un poco loco y a él los locos no le gustaban, como siempre con sus bromas y risas.

Caía la tarde y Carmen quiso ponerse su anorak, no lo encontraba en el coche y pensó que se le había olvidado en el restaurante, después de buscarlo se queda mirándome y me dice “si lo llevas puesto”, ¡pues sí!, lo había llevado puesto casi toda la tarde y no me había percatado de que no era el mío. Ahora me preguntaba yo donde estaba el mío. Al cabo de un rato me acordé que lo dejé en el maletero del coche antes de ir a  visitar el Chimmi Lhakhang Temple.

Nos pusimos camino a Wangdue que está a unos 25 minutos, pernoctábamos en el Hotel Punatsangchu Cottage. Muy recomendable, habitaciones limpias y espaciosas, la comida en el restaurante buena y el servicio muy amable además situado cerca de un río con vistas a las montañas. Quisimos darnos un masaje pero como siempre estaba todo reservado, así que esa fue la primera noche que nos fuimos los cinco “de marcha”.

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