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Mujeres indias y la leyenda de Bheem shila

Sari gaon, Bheem Shil

La fuerza de la mujer india

Por las tardes cuando estaba sentada delante de la habitación de la casa rural y conversábamos con los vecinos, veía regresar a las mujeres de los campos cargando a sus espaldas el grano que habían recolectado o con la comida para los sus animales. Dura vida aquella, se iban bien temprano a trabajar, regresaban al mediodía y después de comer volvían al campo para regresar al anochecer. Lo veía en Vinita, la nuera de la casa rural. Aquella chica de 24 años que a pesar de no estar a gusto con la vida que llevaba, siempre sonreía.

Sari gaon, Bheem Shil
Mujeres que van al campo

He comprobado, en los países que he visitado, el duro trabajo que desarrollan las mujeres. Trabajan en el campo o en la construcción, cuidan sus casas, crían a sus hijos y atienden a sus maridos. Todo ello con resignación, es como si para ellas no hubiese otra opción, han aceptado humildemente esa vida, piensan que es la que les ha tocado vivir. Lo único que puedo hacer es quitarme el sombrero ante ellas y admirar su coraje y esfuerzo para sobrevivir.

Así que a la mañana siguiente decidimos irnos a los campos a ver a las mujeres trabajar, porque son ellas las que están allí a pleno sol segando, no vi a un solo hombre.

Nos encontramos con un amigo de Mayank, Heera Singh Negi que nos guió por los campos.

En medio de uno de los campos había una gran piedra, algo que me extrañó, pero que por supuesto tiene su leyenda y es la siguiente:

Sari gaon, Bheem Shil
Heera Singh Negi y Mayank Bisht

La historia de Bheem shila (shila = piedra) data de la época del Mahabharata. Mahabharata fue una de las más brutales guerras de la historia. Esta guerra fue entre Pandavas y Kauravas. Los Pandavas eran 5 hermanos, Yudhistara, Bheema, Arjun, Nakul y Sahdev, y los Kauravas eran 100 hermanos. Esta guerra la ganaron los hermanos Pandavas.

Hay diferentes relatos de la Bheem Stone y esta es la más popular.  “Habia una gran montaña que se derrumbó obstruyendo el cauce del río y estaba formando un gran lago. Esta formación se estaba convirtiendo en un gran problema para la aldea cercana que temía que algún día podía ser destruida por el agua si se desbordaba. Así, Bheema que se encontraba con sus hermanos en Uttarakhand decidió ayudar a la gente. Levantó con un dedo la gran piedra, caminó y caminó durante horas para dejarla en un lugar adecuado atravesando el pueblo de Sari. Se le hizo de noche, no podía ver bien y quería descansar, así que dejó caer la pesada piedra que se clavó en la tierra. Se cree que solamente una cuarta parte de la piedra sobresale de la tierra. A la mañana siguiente cuando se despertó comprobó que era un buen lugar para la piedra, así que la dejó y volvió con sus hermanos”.

Sari gaon, Bheem Shil
Mujer trabajando en el campo

Mientras me relataban la leyenda de la Bheem Stone, las mujeres seguían trabajando cerca de la piedra duramente segando a pleno sol, muchas sonreían otras me hablaban, se extrañaban que algún extranjero fuese al campo a verlas trabajar. Una mujer que estaba un poco lejos de nosotros en voz alta me dijo en broma (me lo tradujo Mayank) que era muy bonito darle al botón para hacer fotos y pasear por el campo, que debería probar lo que era aquel trabajo. Le pregunté porque ellas estaban en el campo trabajando tan duramente en vez de hacerlo sus maridos, la respuesta que me dio fue “si nuestros hombres hicieran este trabajo ya estarían muertos”, todos nos pusimos a reír.

Creo, que dijo una gran verdad. Increíble la fortaleza de sus cuerpos, horas y horas con la hoz en la mano, agachadas cortando lo que habían sembrado, sus rostros marcados por el sol y el frío de la montaña, pero lo que más admiraba de ellas, era que a pesar de ese trabajo, llevaban su coquetería a los campos, todas tenían un montón de pulseras en sus muñecas, sus collares y pendientes de oro. Sinceramente son la columna vertebral de los pueblos, sin ellas, muchos desaparecerían.

 

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