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Yangon la antigua Rangún

Yangon

Myanmar gobernada por una dictadura

Myanmar es un gran país que está gobernado por una dictadura militar, y se hacía notar por la cantidad de prohibiciones que tuvimos durante nuestro viaje. No obstante estaba virgen al turismo y su población amable con la sonrisa asiática evitaban entablar conversación con los turistas.

Myanmar fue mi segundo viaje a Asia, elegí este país tal vez por el hermetismo al que estaba sometido. Iba sola, ninguno de mis amigos les apetecía venir, así que fue un viaje organizado, también me informé que no les gustaba los viajeros que iban a su libre albedrio, prácticamente no les permitían la entrada.

 

Yangon
Hotel Nikko

Volé con la línea aérea Thai Airways, salí desde Madrid y se hizo parada técnica en Roma, tuvimos que descender del avión llevándonos nuestro equipaje de mano. Así que tuvimos que pasar otra vez controles, cuando regresamos al avión las azafatas comunican que un pasajero se había dejado el equipaje de mano en el avión y que por favor se identificase, lo volvían a repetir una y otra vez y el pasajero no lo hacía, eso significaba que el avión no despegaría y que si el dichoso señor no se presentaba perdería la conexión en Bangkok (medidas de seguridad). Lo único que sé es que una señora un poco alterada cogió el micrófono de la azafata y dijo unas buenas palabras y subidas de tono, acto seguido apareció el misterioso pasajero. Pude respirar.

Cuando llegamos a Bangkok tuvimos que correr como locos para poder enlazar con otro avión de la Thai que nos llevaría a Yangon, pero lo conseguimos.

Yangon
Hotel Niko

Una vez en el aeropuerto de Yangon pasamos los controles del visado, recogimos nuestros equipajes y pude ver que éramos en total un grupo de siete personas, tres matrimonios y yo. Nuestro guía nos estaba esperando con el cartel de Nobeltour (mayorista que hace unos años cerró por la crisis).

Inmediatamente nos llevó al Hotel Nikko para dejar el equipaje y continuar sobre la marcha con un recorrido de la ciudad. La categoría del hotel era de cuatro estrellas y estaba bastante bien, lo único que me llamó mucho la atención fue que en recepción había un cartel colgado en la pared que ponía “les informamos que las llamadas al extranjero serán escuchadas”. Tenía claro que no iba a llamar a nadie pero la dictadura militar se hacía notar.

Nos pusimos en marcha y lo primero que visitamos fue La Barcaza Real (Karaweik) en la parte oriental del lago Kandawgyi (también conocido como lago real), una reproducción en hormigón armado de una barcaza, donde  por las noches celebran espectáculos de danza tradicional.

Yangong
Buda reclinado

Continuamos con la visita del gigantesco Buda reclinado de unos 66 metros de largo, Chaukhtatgyi Paya, casi tan grande como el de Bago, está alojado en una nave con el techo de uralita. La originaria estatua de Buda se construyó en 1907 pero fue demolida en 1957 por su avanzado estado de deterioro, esta nueva obra se finalizó en 1966.

Si hacía calor, no quiero decir lo que hacía allí dentro. Recuerdo que había un policía o militar sentado en una silla de plástico durmiendo, cuando quise hacerle una foto el guía me dijo que por favor no la hiciera, estaba prohibido hacerles fotos tanto a militares, policías, estaciones de trenes, aeropuertos, ect.

Yangon
Cerca de Scott Market

Seguidamente nos llevó al mercado de Bogyoke Aung Sang, conocido también como Scott Market donde puedes dedicarle más de medio día, cuenta con más de 1200 tiendas, con gran variedad de recuerdos, marionetas, camisetas y piedras preciosas.

Todavía teníamos día por delante y el cansancio del viaje lo íbamos notando.

Hicimos una pequeña pausa, hacía un calor de muerte y estábamos cansados del viaje. Nos sentamos en un restaurante para tomar algo y sobre todo beber. Mientras transcurría el almuerzo a nuestro guía le comenté que necesitaba un banco para cambiar dólares, amablemente se ofreció él ha hacerlo pero en el mercado negro pues los bancos daban bastante menos al cambio. Creo recordar que le di 200 dólares y cuando volvió no podía creerme los dos paquetes de billetes que me trajo, claro está que el cambio eran 1000 kyats alrededor de un dólar. Así que tenía 2 millones de kyats.

Yangon
Carta del restaurante

Retomamos la marcha, caminamos por calles llenas de gente y tráfico, dejamos a un lado la Sule Paya, templo de unos mil años de antigüedad y que se encuentra en la principal rotonda de la ciudad.

Nos dirigíamos a la famosa y espectacular Shwedagon Paya. Cuando entramos en ella, no sé lo que me pasó, me quedé tan absorta con lo que estaban viendo que empecé a caminar sola sin hacer caso de las explicaciones del guía ni del grupo, me perdí entre sus devotos y templos.

Considerado el lugar más sagrado de todo el país, con una cúpula central de 98m de altura. Había leído tanto de este monumento “pero no”, hay que verlo. Los arqueólogos dicen que la construyó los mon entre los siglos VI y X, pero su forma actual data de 1769. La leyenda dice que tiene 2500 años.  En el siglo XV comenzó la tradición de dorar la stupa, la reina Shinsawbu destinó una cantidad de oro equivalente a su peso (40 kg) y su yerno Dhammazedi el cuádruple de su peso y el de su mujer.

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Shwedagon Paya

El elemento final de la zedi es un capullo de plátano recubierto de 13.153 láminas de oro, el Thi de siete alturas de hierro también está recubierto de oro, la veleta chapada en oro y plata, tiene unos 5.451 diamantes, 1.383 piedras preciosas y la guinda es el diamante de 76 quilates. Alrededor de la stupa hay unos 49 templos. No daba crédito a tanto lujo y belleza.

Fue el final del primer día y estaba exhausta, no había descansado desde que salí de España.

Al día siguiente hicimos una excursión de un día para ir a Bago, visitamos primeramente el monasterio Kha Khat Wain Kyaung, unos de los monasterios más grande del país, donde puedes andar libremente por él, llegamos a la hora donde muchos familiares que visitan a los monjes almuerzan allí.

Yangon
Palacio de Kanbawzathadi

Luego nos fuimos al Palacio y Museo de Kanbawzathadi, el edificio original fue construido en 1556 por el rey Bayinnaung y abarcaba 82 Ha, en la actualidad solo se pueden ver los  cimientos, fue incendiado en 1599, lo que ven ahora es una magnifica copia del palacio, salón de audiencia, aposentos y hasta el tejado de siete niveles.

Otro monumento curioso es el Four Figures Paya, cuatro Budas sentados espalda con espalda, estaba en restauración y fue la primera vez que vi los andamios de bambú. Por último fue el cementerio de guerra de Taukkyan con 6.374 tumbas de soldados aliados que murieron en las campañas de Birmania y Assam de la Segunda Guerra Mundial.

De uelta a Yangón hicimos una pequeña parada para ver sus Nat (son 37 espíritus) habían hecho un altar a cinco espíritus junto a la carretera y la gente paraba para hacerles ofrendas de flores, dinero o comida.

Este fue nuestro recorrido por la capital de Myanmar.

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