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Kalimath y el ritual a la diosa Kali

Kalimath

Peregrinación a Kalimath

Por la mañana Mayank Bisht y yo decidimos ir al pueblo de Kalimath, considerado lugar divino y espiritual, uno de los 108 lugares de peregrinación en Uttarakhand, situado a 1.800 m sobre el nivel del mar junto al río Saraswati. Desde el pueblo se Sari gaon cogimos un jeep hasta Ukhimat, es la forma más común para desplazarse de un pueblo a otro, el precio es de unos 42 céntimos. En Ukhimat tienes que coger otro jeep hasta Guptkashi para continuar. Negi el propietario de la casa rural decidió venir con nosotros.

Kalimath
Camino a Kalimath

Paramos cerca de Guptkashi, nos tomamos un té y Negi me pregunto que si no me importaba caminar un poco. ¡Inocente o tonta de mí! Le dije que no me importaba en absoluto. Así que comenzamos la caminata hacía Kalimath para visitar el templo a la diosa Kali. Lo que no me dijo, los kilómetros que teníamos que andar, además hacía un calor espantoso. Para colmo, no había cogido ni agua, ni fruta.

Cuando salí creía que íbamos a llegar en jeep hasta Kalimath. No se la de kilómetros que habíamos caminado, pero hubo un momento que creía que iba a desfallecer, vimos una sombra en la cuneta de la carretera y me tiré al suelo, no podía ni hablar, necesitaba descansar, creo que me estaba dando un golpe de calor, ellos hicieron lo mismo. Solo miraba fijamente el río que discurría por allí.

Mayank quiso pedir agua para mí a unos trabajadores que había en la carretera, le dije que no me atrevía a beber esa agua. Le pregunté a Negi los kilómetros que habíamos caminado y alegremente me dijo que unos 3,5 km, le contesté que era imposible. Al final habían sido 5,5 km a pleno sol y nos dijo que solo quedaban unos 2,5 a 3 km. Nos pusimos otra vez en marcha pero con la idea de parar un jeep. El primero que pasó estaba completo pero con el segundo tuvimos suerte, yo conseguí un asiento, ellos fueron de pié en la parte posterior y exterior del vehículo. Por cierto quedaban otros 5 km hasta llegar al templo. A Negi le costaba un poco decir la verdad.

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Kalimath y el templo

 

Antes de comenzar con el ritual a la diosa Kali, haré una breve explicación sobre ella.

En el hinduismo, Kali es una de las diosas principales. Es el shakti = energía del Dios masculino Shiva. La consideran la madre universal. Es la destructora de la maldad y de los demonios. Diosa de la muerte, destruye para mantener el mundo en orden, representa la justicia violenta. La diosa Durga llamó a Kali para matar al demonio Raktabija que tenía el poder de auto reproducirse con cada gota de sangre que caía en el suelo. Kali lo derrotó, cogió su sangre antes de que cayera, le chupó el cuerpo hasta secárselo y se tragó a todos los pequeños Raktabijas. Todo esto sucedió en Kalimath.

Llegamos a Kalimath, atravesamos un puente y nos dirigimos al templo de Mahakali. También es un templo donde se venera a la diosa Lakshmi y Saraswati. Hay un templo de la diosa Lakshmi donde está la llama eterna, el fuego jamás se puede apagar. Un sacerdote cogió unas ascuas del fuego y con una campana haciéndola sonar fue andando por el templo para purificarlo.

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Pandit Sanjay Bhatt, foto cedida por él

Hicimos un pequeño descanso para tomar un té y el sacerdote del templo Pandit Sanjay Bhatt nos acompañó. Nos comenta que el templo fue construido en el siglo X y que los hermanos Pandavas tenían mucho que ver con su construcción.

Hay dos grandes celebraciones, una en abril, y la más importante es en el mes de octubre llamada “Shardeeya Navratras”, con una duración de 9 días. En el octavo día de la celebración a media noche y en presencia del sacerdote principal se abre el Sri Yantra* para hacer la puja (*es un cuadrado en el suelo con una puerta de plata donde se encuentra el cuerpo sin cabeza de la diosa Kali), las luces tienen que estar totalmente apagadas, todo oscuro, se abre la puerta y ya no puede decir si ven o no a la diosa.

La cabeza de la diosa Kali se encuentra en el templo Dhari Devi, cerca de Srinagar.

Pandit Sanjay Bhatt nos llevó donde estaba el Sri Yantra y tuvo la amabilidad de guiarme mientras recitaba mantras a hacer el ritual y ofrenda a la diosa Kali.

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Sri Yantra, foto cedida por Pandit Sanjay Bhatt

Sentados en el suelo, estos son los pasos para el ritual: 1º.- Nos pone agua en la mano la cual tienes que beberla, 2º.-  vierte otra vez agua para lavarte las manos, 3º.- deposita flores en nuestras manos mientras debemos pensar y concentrarnos en la diosa Kali, 4º.- las flores tenemos que echarlas donde está el Sri Yantra, 5º.- nos pone  agua  en la mano con  flores, el sacerdote recita un mantra para ti y tu familia, cuando el sacerdote te lo dice viertes todo en el Sri Yantra, 6º.- luego hace Aarti (girar el fuego) para que la diosa esté contenta, mientras sigue recitando el mantra te pone un hilo de algodón rojo y amarillo alrededor de la muñeca haciéndole unos cuantos nudos , 7º.- luego tenemos que dar una vuelta completa al recinto donde está el cuerpo de la diosa Kali con el fuego en la mano, 8º.- Pandit Sanjay Bhatt parte un coco que previamente había comprado Mayank para hacer la ofrenda, le ofrece coco a la diosa, posteriormente nosotros tenemos que comer un poco del coco y el sobrante se le lleva a la familia.

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Foto cedida por Pandit Sanjay Bhatt

Una vez terminado todo, seguimos conversando con el sacerdote y tomando otro té, teníamos tiempo, eso es lo bueno cuando no hay mucho turismo. La experiencia fue muy emocionante e inolvidable para mí.

Regresamos esta vez en jeep hasta Guptkashi, desde allí teníamos que coger otro hasta Ukhimat, tuvimos que esperar bastante tiempo, pues los coches no salen si no están casi completos. Decidimos pagar un poco más viendo que la espera se alargaba mucho. En Ukhimat comimos chowmein (nudel), estábamos hambrientos, mientras esperábamos otro jeep para llegar a Sari gaon.

Ya en el pueblo, como siempre, por la tardes llegaba algún vecino a conversar con nosotros. Vinita había terminado de trabajar en el campo más temprano de lo habitual, se la veía contenta y sobre todo cuando llegó el vendedor de pulseras. Me comentan que ellas preferían comprárselas a ese señor antes que ir a la tienda, pues les dedicaba el tiempo suficiente para probárselas cómodamente. La mujer india adora los abalorios.

 

A petición de algunos tuve que vestirme con un sari, Vinita fue la que me ayudó. Si tuviese que hacerlo yo hoy en día sería incapaz, pues ella en cuestión de 10 minutos me puso el traje tradicional de la India.

NOTA: algunas de las fotos durante la celebración de Shardeeya Navratras 2016 pertenecen al sacerdote Pandit Sanjay Bhatt, que a petición mía, amablemente me las ha enviado y me ha dado permiso para publicarlas.

 

 

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